LO QUE ESTA ESCRITO EN TU DESTINO...
SUGAR MAN
Jamás olvides quién eres, ni lo que realmente amas hacer. Qué te mueve y te levanta de la cama cada mañana. No pierdas la esperanza. Nunca pierdas la fe.
“Esta es la historia de un niño llamado Orlando al que de pequeño le encantaba cantar. Al que no importaba la opinión de los demás. Una opinión que de vez en cuando, le hacía mucho daño. Recibía burlas, críticas hirientes y frases como: <<Dedícate a otra cosa. Te vas a morir de hambre. No vales para esto. Eres pésimo>>. La única persona que siempre tuvo fe en él, fue su madre. Ella le decía que hiciera oídos sordos, que si lo que realmente quería ser era cantante, que fuera a por ello. Que persiguiera su sueño. Así que Orlando, siguiendo a su voz interior y, a la de su madre, continuó cantando en fiestas y karaokes sin importarle lo que la gente pudiera decir o pensar. Dio algún concierto que otro en salas de mala muerte. También en fiestas de pueblos de interior. Por más insultos que recibía, por más cansado que estuviera de intentarlo, Orlando, continuaba al pie del cañón. Con sus ahorros, que eran bien pocos, decidió grabar un disco. Había aprendido a tocar la guitarra, así que él solo se bastaba. Y así lo hizo. En aquel momento estaba viviendo en China, y allí fue donde lo gravó. Dió unos cuantos conciertos y se marchó.
Los años pasaban y la chispa de ser cantante se fue apagando. Una mañana despertó, ya con el pelo canoso, y tomó la decisión de que hasta aquí había llegado. Que daba por finalizado su sueño. Que ya había malgastado demasiado tiempo en algo que quizás, nunca había estado a su alcance. Así que comenzó a trabajar en una fábrica. Guardó la guitarra en el fondo del trastero y tuvo dos hijas maravillosas. Los años pasaban y Orlando había entrado en la rutina del día a día y andaba por la vida cabizbajo y sin una gota de alegría. Había perdido su chispa, más la vida es ingeniosa y devuelve con crecer el esfuerzo realizado. A miles de Kilómetros, millones de corazones, latían a ritmo de sus letras, de sus canciones impregnadas de poesía. Años de búsqueda incesante, lograron que una periodista diera con su paradero. Un país entero lo buscaba. Ansiaba su regreso. Una mañana el teléfono de Orlando sonó, y con esa llamada llegó, el reconocimiento que tan merecido tenía. Millones de fans lo esperaban con los brazos abiertos en un concierto honrando a su persona, su regreso y su presencia".
Y aunque parezca ficción, esta historia esta basada en hechos reales, aunque con otro nombre, otra vida y en otra ciudad. Su verdadera identidad, Sixto Rodríguez. Grabó su disco en Sudáfrica. Él hizo su vida en Detroit, donde era un completo desconocido. Alguien se había estado lucrando con sus canciones durante décadas bajo su entero desconocimiento. Una gran persona y artista que persiguió su sueño hasta desfallecer y lo dejó, olvidando quien era, hasta que la vida, tocó de nuevo a su puerta.
Así que ya sabes, jamás olvides quién eres, ni lo que realmente amas hacer. Nunca se sabe… Quizás aquí no, pero en China o en Japón…
Y aquí la conclusión: Lo que esta escrito en tu destino, no descansará hasta dar contigo.
Bv
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