UN BIEN TAN PRECIADO, PERO QUE PARA NADA VALORAMOS.
Un vaso de agua… Nos lo llevamos a la boca derramando su contenido por el camino. ¿Nos importa? La verdad es que no nos damos cuenta… “Hoy parecía ser un día como otro cualquiera en la realidad de Inés. Se despertó a las seis y fue al aseo, pero cuando fue a tirar de la cadena, se sorprendió al ver que no había agua. Tiró unas cuantas veces pero no sucedió nada y, pensando que sería algún problema de la cisterna, abrió el grifo para lavarse la cara. ¡Sorpresa! Tampoco corrió el agua. <<Muy bien― pensó― volverá en un rato>>. Mientras tanto, fue a la cocina a prepararse un café. La cafetera estaba sucia, la pila de fregar, a rebosar de platos. Tampoco importaba si no la fregaba, total… Pero lo que sí había que hacer, era llenar el compartimento inferior de agua. Cogería la botella de la nevera y listo, pero la única que quedaba en la puerta estaba prácticamente vacía. Siempre olvidaba llenarla… <<No pasa nada― pensó―cojo otra nueva y listo>>. Abrió la pue...