Procesos conservadores del cadáver
No siempre la putrefacción acaba destruyendo el cadáver en un plazo relativamente breve de tiempo. En determinadas circunstancias, el proceso putrefactivo se detiene una vez ya iniciado; otras veces actúan determinados agentes físicos que impiden el inicio de los fenómenos destructivos cadavéricos. Como consecuencia de ambas posibilidades, el cadáver se conserva de forma más o menos permanente.
Las circunstancias que detienen la putrefacción, una vez iniciada ésta, están representadas por los procesos naturales conservadores de los cadáveres, a los que denominamos momificación, saponificación o dipocira, y un proceso a caballo entre estos dos, que podría estimarse como semiartificial, es la corificación.
La congelación también figura entre las causas que pueden impedir el fenómeno putrefactivo de manera natural.
Junto a estos procesos naturales se encuentra la conservación artificial de cadáveres, regulada legalmente, que se realiza con técnicas regladas mediante líquidos conservadores de fórmula establecida oficialmente.
Comentarios
Publicar un comentario